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El desarrollo de la fuerza horizontal en el basquetbol, un gran medio poco utilizado.

Revisión sistemática.

Facundo Cesarino.


Publicada en la" Revista internacional de preparación física y ciencias aplicadas al basquetball". para acceder a la revista deben asociarse a ACPFBA.



Laboratorio de biomecánica y fisiología del ejercicio- Instituto superior de formación docente Modelo Lomas. Buenos Aires, Argentina. Profesor de educación física recibido en el año 2020 en el Instituto Modelo Lomas. Fecha de nacimiento: 01/08/1998 DNI: 41211484. Dirección postal: Orden 438. Glew, Buenos Aires. Código postal: 1856. Teléfono: 1133113651. Email: pfcesarino@gmail.com.

The development of horizontal force in basketball, a great medium little used. Systematic review.

Resumen. En deportes como el basquetbol las aceleraciones son un componente determinante para su rendimiento. Los sprints tienen la característica de tener un vector de fuerzas diferente al de muchos gestos específicos del deporte, siendo esta una aplicación sobre el vector horizontal. La bibliografía reporta que se encuentran mejoras en la aplicación de fuerza del sprint en la fase de aceleración, y la velocidad de el mismo en distancias de 5,10,20 y 40 metros, realizando ejercicios en los cuales se requiera aplicar fuerza en dicho vector. Entre estos encontramos ejercicios pliométricos, tracciones de trineo con diferentes cargas, empujes de trineo con diferentes cargas. Palabras clave: Sprint, horizontal, vector, pliométrico, trineo, fuerza, aplicación, velocidad.

Abstract In sports like basketball, the accelerations are a determining component for their performance. The sprints have the characteristic of having a force vector different from that of many sport-specific gestures, this being an application on the horizontal vector. The bibliography reports that improvements are found in the application of force of the sprint in the acceleration phase, and its speed in distances of 5,10,20 and 40 meters, performing exercises in which it is required to apply force in said vector. Include plyometric exercises, sled pulls with different loads, sled pushes with different loads. Keywords: Sprint, horizontal, vector, plyometric, sled, force, application, speed.

1. Introducción. En deportes de conjunto rara vez se alcanza la velocidad máxima, ya que esta se logra a partir de los 40/60 metros y en el básquetbol nunca se logran recorrer esas distancias debido a delimitaciones del espacio. Representadas por, situaciones de juego como desaceleraciones, cambios de dirección, compañeros, oponentes obstruyendo, etc. Por eso se prioriza la capacidad de acelerar en distancias cortas (Morin, et al. 2015; Spencer, et al. 2005). La evidencia reporta que en el básquet los atletas realizan un total de sprints de 55±11 a 63±17 por partido en el caso de basquetbolistas de elite sub 19 (Abdelkrim, et al, 2007; Abdelkrim, et al, 2010), mientras que en jugadores elite de nivel superior los pivotes realizan un promedio de 24±1 sprints por partido mientras que los bases ejecutan un total de 18±7 (Scanlan, et al 2011). Teniendo en cuenta niveles sub elite. La cantidad de sprints reportadas por partido es de 105±31 sprints en el caso de los bases, mientras que en los pivotes es de 140±14 (Scanlan, et al, 2011). En este deporte los sprints pueden variar entre los 3,85 y 16,8±3,1 metros (Abdelkrim, et al, 2010; Scanlan, et al, 2011), la cual no es una distancia donde se logre alcanza la velocidad máxima. Además, tales aceleraciones cortas se utilizan en acciones decisivas. (Faude, et al,2012). El problema es que la mayoría de los ejercicios utilizados para mejorar la aplicación de fuerza y potencia dentro de deportes de conjunto como el basquetbol, suelen ser con un vector de fuerza de carácter vertical para transferir a acciones motoras como el salto o el sprint. No se tienen en cuenta los aspectos biomecánicos de habilidades como el sprint. Siendo un componente diferente al vector de aplicación de fuerzas de los medios generales utilizados en el entrenamiento. La aceleración requiere una aplicación de fuerza horizontal (Morin, et al, 2016; Buccheit, 2014). No hay evidencia de transferencia positiva a esta fase del sprint con ejercicios verticales, excepto en deportistas desentrenados (Zweifel, 2017).

2. La aplicación de fuerzas en la fase de aceleración del sprint. El sprint está determinado por las capacidades de fuerza máxima y potencia, correcta ejecución técnica para manejar esta habilidad y la aplicación de fuerzas de reacción terrestre de manera efectiva, es decir en un ángulo horizontal. (Morin, et al. 2011; Morin, Slawinski, et al. 2012; Rabita, et al. 2015). A esto se le suma la capacidad neuromuscular del sistema osteo articular para producir GRF de manera efectiva (Angulo horizontal) a altas velocidades (Morin, Samozino. 2015). La mayoría de las acciones de desplazamiento están determinados por una aplicación de fuerza en el vector horizontal (Jimenez Reyes, et al. 2018; Samozino. 201; Giroux, et al. 2015). Y regidos por las leyes de newton, en este caso la ley de acción y reacción. Cuando un cuerpo A ejerce fuerza sobre otro B, este reaccionara sobre A despidiéndolo en sentido contrario con una fuerza de la misma intensidad. Esto nos determina hacia donde debemos aplicar fuerza en relación hacia la dirección de desplazamiento. Se debe tener en cuenta las diferencias cinemáticas de un velocista y un jugador de basquetbol al acelerar, debido a que estos nunca logran una inclinación altamente notoria del tronco, debiéndose a que, en estos deportes, los jugadores requieren una visualización constante del juego para solucionar las situaciones problemáticas desarrolladas en el juego, en las cuales se requieren pases, evasiones, cambios de dirección, reposiciones y transiciones. Y este factor biomecánico condicionara a la transferencia de fuerzas en dicho vector.

Figura 1: Aplicación de fuerza horizontal durante la aceleración. 3. Desarrollo de la fuerza en el vector horizontal. Mejorar la producción de fuerza horizontal, puede mejorar la velocidad en distancias cortas (Buchheit, et al, 2014), y esto es fundamental para deportes de conjunto como el basquetbol donde la mayoría de los sprints no alcanza más de 20 metros (Gabbet,2012; Vigne, Gaudino, et al, 2010, Abdelkrim, et al, 2010; Scanlan, et al, 2011.). La aceleración, es un pre requisito en deportes de conjunto (Haugen, et al, 2013; Yanci, et al, 2017). Hay que tener en cuenta que la magnitud de la aceleración y también de la velocidad máxima pueden ser cualidades específicas y esto hace que requieran enfoques más específicos de trabajo (Dorn, et al, 2012). Es donde nos retrotraemos años atrás al concepto de correspondencia dinámica (Verkhoshansky, 2004). Proponiendo que cuantas más similitudes haya entre el ejercicio y el gesto especifico de la disciplina, mayores serán las adaptaciones. Esto no quiere decir que un ejercicio que no se parezca cinemáticamente, no produzca mejoras en el rendimiento, sino que al realizar un ejercicio de similar cinemática o aplicación de fuerzas ya sea en orientación y niveles de producción, el atleta se adaptara en mayor medida. (Verkhoshansky, 2004). La dirección de la aplicación de fuerza es la base que vamos a tener en cuenta en este tipo de medios de entrenamiento. Por eso es que en deportes donde la aceleración sea determinante, como lo es el basquetbol el desarrollo de la fuerza horizontal va a ser un complemento fundamental. Al entrenar sobre este. El objetivo de este tipo de ejercicios estará en aumentar la fuerza aplicada en el vector horizontal. Para mejorar el rendimiento del sprint. La aceleración está influenciada principalmente por el desarrollo de fuerza concéntrica, impulso y actividad en extensores de rodilla y cadera (Dorn, et al, 2012). Sabiendo esto, solemos hacer la asociación del desarrollo de la fuerza concéntrica de los miembros inferiores de manera reduccionista. La mayoría de los ejercicios que seleccionamos en nuestras planificaciones suelen ser en un vector vertical, como sentadillas, peso muerto, cargadas, pliometría vertical, etc. Y el entrenamiento vertical limita la posible transferencia al rendimiento locomotor (Buchheit, 2014). No hay evidencia de transferencia positiva al sprint con ejercicios verticales, excepto en deportistas desentrenados (Zweifel, 2017). No quiere decir que estos ejercicios influyan el rendimiento, de más está decir que dichos medios son los que nos permiten una mayor sobrecargue externa y los que nos van a permitir un mayor reclutamiento de UM siguiendo la ley de Hanneman. Desarrollar niveles de fuerza dinámica altos, es necesario para mejorar la fuerza explosiva y velocidad (Baker, 2003; Schmarzo y Van Dyke, 2015). Tanto los ejercicios con una aplicación de fuerza vertical como los que poseen una aplicación horizontal, son complementarios para mejorar el rendimiento deportivo. Pero hay que aclarar que la transferencia directa al sprint es con ejercicios con resistencia con una dirección de la fuerza horizontal. Los cuales evidencian que pueden ser utilizados para mejorar el sprint en distancias cortas (Los Arcos, et al, 2014; Meylan, et al, 2009). La literatura demuestra que el componente horizontal es eficaz para desplazarse hacia adelante, aunque el vertical no es óptimo, pero si necesario (Morin, et al, 2011). Los atletas necesitan producir fuerza vertical para invertir el movimiento hacia abajo y luego propulsar el cuerpo hacia arriba, a fin de crear suficiente tiempo de vuelo para reposicionar los miembros inferiores (Kawamori, 2013). Se reporto que, aunque la dirección de la fuerza aplicada es horizontal, la fuerza vertical que afecta al patrón del sprint, es mayor que la horizontal, debido a que, si el resultante fuera invertido, el atleta se caería, ya que no hay componente vertical que pueda mantenerlo de pie. Mas allá d esto se encontraron diferencias significativas en la aplicación de fuerza horizontal, al pasar progresivamente a sprints del 60 % hasta el 100% de la velocidad máxima (Brughelli, et al, 2008). La evidencia ya a demostrado que los ejercicios con componente horizontal, pueden ser eficaces para mejorar la velocidad en distancias cortas (Los Arcos. 2014; Meylan, et al. 2009; Randell, et al. 2011; Cahill, et al, 2019). Y esto determina que la dirección de la fuerza aplicada es más importante en el rendimiento de el sprint, que la cantidad de fuerza que se aplica (Morin, 2016). Lo cual es importante en deportes de conjunto donde se debe recorrer una distancia en menos tiempo. Al aplicar fuerza de reacción, una fuerza de frenado afecta al contacto inicial, (HGRF), seguida de una fase propulsiva. Esta primera la cual se denomina fuerza de reacción negativa, debe ser reducida para aumentar la positiva, y así disminuir el déficit de fuerza de reacción. Y esto determina que a mayor fuerza horizontal aumentara la aceleración (Morin, et al, 2016).

4. Medios para el desarrollo de la fuerza en el vector horizontal. 4.a. Tracción de trineo. El ejercicio de tracción de trineo es un medio fiable que permite aumentar niveles de fuerza en el vector horizontal (Williams, et al, 2021, Cahill, et al, 2020; Cahill, 2019a; Cahill, 2019b; Morin, et al, 2016). Tomado como un método específico para mejorar diferentes momentos de la aceleración (Williams, et al, 2021) entendiendo su gran correspondencia dinámica. Simplemente replica el patrón motor específico del sprint aportando resistencia horizontal (Petrakos, et al, 2015). Dependiendo de la carga que se utilice enfatizara en distintos puntos de la curva de potencia (Cahill, 2019; Cahill, et al, 2020). Los entrenamientos con carga de arrastre producen mejoras en la aceleración. Tanto en el organismo, como en el rendimiento deportivo (Spinks, et al, 2007; Zafeiridis, et al. 2005). Algunos autores recomiendan utilizar cargas del 12-13% del PC para evitar alterar la mecánica de aceleración. También se pueden encontrar mejoras en el sprint con cargas del 50-60% del PC (Buchheit, 2014). Se reporta que utilizando el 20% del peso corporal en el trineo puede mejorar la aceleración inicial (González Badillo, Bachero Mena, 2014). Por otro lado, se encuentran mejoras significativas en el impulso horizontal y los niveles de GRF propulsiva con cargas entre el 20 y 30% del PC las cuales no se encontraron con cargas más bajas (Kawamori, et al, 2014). A su vez se han visto resultados positivos con cargas del 80% y 85% del peso corporal. Encontraron mejoras en la tasa de desarrollo de la fuerza y fuerza máxima teórica, pero lo más importante fue que mejoro el rendimiento del sprint de 5 a 20 metros. (Morin, et al, 2016). La fuerza máxima horizontal puede aumentar significativamente con cargas superiores al 80% del PC, se encontraron mayores cambios en relación al sprint sin resistencia (Morin, et al 2011; Morin, et al, 2016). Los sprints con cargas altas (mayores al 65% del PC) pueden mejorar la velocidad en distancias cortas, e incrementos en la extensión de cadera (Cahil, 2019; Cahill, 2019b). Desde el punto de vista mecánico, la carga pesada, condiciona a la mecánica de aceleración (Williams, et al, 2021), pero reciente evidencia reporta que esta distorsión temporal, no genera cambios en el engrama motor de la cinemática, (Lahti, et al. 2020). Otros estudios encontraron mejoras en la capacidad reactiva con sprint resistidos (Lockie, et al. 2012).

Figura 2. Tracción de trineo.

4.b Empuje de trineo. Este ejercicio puede tomarse como similar al de tracción de trineo, pero es realmente distinto. Principalmente el empuje elimina la acción natural de los brazos, pero se considera un método especifico, ya que la posición y acción de los miembros inferiores es similar a la acción generada en el sprint (Cahill, et al, 2020). La utilización del empuje afecta positivamente al sprint, ya que permite una inclinación pronunciada del tronco, la cual no se consigue en cualquier otro ejercicio (Cahill, et al, 2020). A su vez se reporta que empujar el trineo permite orientar el pie en una posición eficiente para aplicar fuerza de manera horizontal (Cahill, et al, 2019a; Cahill, et al, 2019b; Cahill, et al, 2020; Kawamori, et al, 2014). Estos factores, tienen que ver principalmente, ya que, en trabajos de cargas altas de empuje de trineo, permite a los atletas un mayor control postural y alineación de tronco y miembros inferiores, que la tracción de trineo (Cahill, et al, 2020). Siendo un ejercicio principalmente orientado al desarrollo de la fuerza horizontal de todo el cuerpo y empuje horizontal del pie durante el apoyo (Cahill, et al 201b; Cahill, et al 2020). Datos no menores aportados a partir de comparaciones de empuje de trineo con el 25, 50, 80% del peso corporal y carreras de velocidad. El empuje de trineo mejoro significativamente la velocidad en distancias cortas específicamente de 5 a 10 metros con cargas pesadas, mientras que no se encontraron mejoras con cargas livianas y carreras de velocidad (Cahill, et al, 2019a).

Figura 3. Empuje de trineo.

4.c Prescripción de la carga en tracción y empuje de trineo. Anteriormente era muy común que se prescriba la carga a utilizar en el trineo, en relación al peso corporal (Buchheit, 2014; González Badillo, Bachero Mena, 2014; Morin, et al. 2016, Cross, et al, 2018) Sin embargo, se han identificado muchas limitaciones tanto en adultos como en jóvenes poblaciones. La mayor limitación de este método es que no tiene en cuenta los efectos de los coeficientes de fricción cambiantes (Cahill, et al, 2019b). Lo que puede aumentar el tiempo en sprint de 30 m (Cross, et al 2018) En particular, cuando la carga se prescribe en términos de % PC (peso corporal) para jóvenes deportistas de distintos niveles de maduración, fuerza e historial de entrenamiento. Se reporta que hay valores de diferimiento entre atletas pre PHV en un 50% más que los atletas post PHV, con post-PHV. (Cahill, et al, 2020). Actualmente se encuentra mucha literatura utilizando el método de decremento de velocidad (V-dec) que demuestra una alta fiabilidad en relación a diferentes zonas de trabajo (Cahill, et al 2019a; Cahill, et al, 2019b; Williams, et al 2021). Utilizando el porcentaje de perdida de velocidad, para estimar la carga a utilizar como lo indica la imagen 2. Tener en cuenta la carga a utilizar es importante ya que utilizar trineos livianos, moderados y pesados vana a tener una incidencia diferente sobre los diferentes momentos de la aceleración, y los diferentes puntos de la curva fuerza velocidad.

Figura 4. Perfil carga velocidad en tracción y empuje de trineo, adaptación y modificación de Cahill, et al, 2020.

Figura 5. Relación entre los momentos de la aceleración y las zonas de potencia, en el perfil carga velocidad. Adaptación y modificación de Cahill, et al, 2020. Vdec = Decremento de velocidad; Máx. = Velocidad máxima. 4.d. Ejercicios pliométricos horizontales. Uno de los métodos más utilizados para el desarrollo de la fuerza explosiva es la pliometría. (Hewett, et al, 1996; Potach, et al, 2009). La aceleración es eficiente a partir de una mecánica efectiva (Morin, 2016) y la aplicación de fuerza horizontal (Morin, et al. 2011; Morin, et al. 2012; Rabita, et al. 2015). Esta debe ser optima y en una unidad de tiempo corta. Se reporta que el CEA en la aceleración, debe ser alrededor de 150- 250 ms de contacto en el suelo (Haugen, 2019; Wild, et al, 2011), Un CEA más lento, debido a que se requiere mayor tiempo de contacto para acumular impulso suficiente, generalmente se reportan 200-250 ms de contacto en los primeros pasos , y el tiempo disminuye a medida que los atletas , vienen con mayor inercia (Wild, et al, 2011).El CEA, se entiende como una mejora del sistema neural y musculo tendinoso para producir fuerza en menos tiempo (Beato, et al. 2018) . El desarrollo de la capacidad reactiva sin énfasis vertical demuestra tener mejoras en el sprint y otros desplazamientos como los cambios de dirección (Brughelli, et al, 2008). Entendiendo que el entrenamiento pliométrico vertical por si solo limita al atleta a mejorar la aceleración (Kossow, et al. 2017). El entrenamiento de la pliometría horizontal, se adhiere al principio de especificidad (Gonzalo-Skok, et al, 2018), los estudios demuestran mejoras cuando el ejercicio es específicamente en el vector en el cual el atleta aplica fuerza (Kossow, et al. 2017). Se debe tener en cuenta que son deportes donde se requiere potencia horizontal y este tipo de ejercicios pliométricos puede mejorarla, además mejoran el rendimiento del sprint y COD. (Lockie, et al. 2014). Varios estudios demuestran correlaciones entre fuerza horizontal y sprint de 10, 20,40 metros, se tiene en cuenta que el entrenamiento pliométrico puede proporcionar un énfasis mayor en la fuerza que se genera durante el apoyo, produciendo GRF mucho mayores en comparación con el sprint (Lockie, et al. 2014), proporciona una sobre carga que puede mantener o aumentar los componentes de GRF que contribuirán a una aceleración más rápida (Lockie, et al. 2014). Esto define el por qué podría mejorar la velocidad en el sprint. Si vemos el punto del ciclo de estiramiento acortamiento y teniendo en cuenta que es un CEA lento (150-250 ms), cuanto más rápido se desarrollen esos niveles de fuerza optima, menor será el tiempo de aceleración (Dello Iacono. 2017), y esto no quiere decir que deben mover rápido los pies, sino que reducir el tiempo de contacto en el cual la fuerza se aplica, sin disminuir los niveles de fuerza aplicada, de lo contrario, los atletas se desplazaran ineficientemente. Esta reducción de tiempo de contacto para generar HGRF, se debe al aumento de la capacidad reactiva (Verkhoshansky. 2004). La pliometría horizontal demuestra ser un protocolo eficiente para su desarrollo (Lockie, et al. 2012; Lockie, et al. 2014; Kossow, et al. 2017). Además, los ejercicios de rebote demuestran una activación neuromuscular mayor, y un aumento de fuerza y potencia (Beato, et al. 2018). Si bien los ejercicios pliométricos horizontales, tienen varios beneficios en el sprint, la evidencia reporta que la pliometría es un protocolo efectivo para mejorar la producción de fuerza aplicada del sprint, potencia horizontal de 10,20,40 m y la velocidad del mismo (Lockie, et al. 2012; Lockie, et al. 2014; Kossow, et al 2017; Dello Lacono, et al. 2017; Beato, et al. 2018; Wild, et al, 2011). Mientras que algunos estudios no tuvieron mejoras significativas en la velocidad de sprint de 20 metros y la aceleración de 10-20 m, pero si se vieron resultados positivos en la velocidad de el sprint de 10 metros y la aceleración de 0-10 metros en una intervención con saltos horizontales (Loturco,et al,2015) Además se encontraron cambios en la longitud de zancada , lo cual se correlaciona con un aumento de la fuerza horizontal, y de postura (Lockie , et al. 2014), . y mejoras en los aspectos biomecánicos (Beato, et al. 2018). A su vez en jugadores de basquet jóvenes de alto nivel, se encuentran mejoras significativas en el sprint de 5-10 metros, mediante una intervención de entrenamiento pliométrico unilateral horizontal (Gonzalo-Skok, et al, 2018). Mejoras similares se muestran en otros deportes de conjunto, añadiendo las mejoras en el tiempo de contacto del sprint de 5-15 metros (Yanci, et al, 2016).

Figura 6. Secuencia de salto horizontal bilateral.

Los saltos con aplicación de fuerza horizontal, demuestran una correlación positiva con el sprint (Los Arcos, et al. 2015). Tanto en ejecuciones bilaterales como unilaterales (Maulder y Cronin, 2005). Debido a su aplicación por detrás del centro de masa, tiene similitudes con el sprint, además del posicionamiento de las tibias paralelas al suelo en el despegue. Se recomienda entrenar este salto y sus variantes en disciplinas de conjunto como el basquet, tanto bilateral como unilateral, (Los Arcos, et al. 2015; Buchheit. 2014). Es fiable el desarrollo del impulso horizontal mediante estos saltos (Loturco, et al. 2015). Además, se reportó que es un mejor predictor del sprint de 20 metros que el salto vertical (Maulder y Cronin. 2005).


Figura 7. Secuencia de salto horizontal unilateral.

Teniendo en cuenta que la mayoría de las acciones deportivas son unilaterales (Boyle, 2011). Aumentaría la especificidad en el trabajo al realizarlo de esta manera. De hecho, antes mencionado se recomienda utilizar saltos horizontales unilaterales (Maulder y Cronin, 2005; Los Arcos, et al. 2014; Gonzalo-Skok, et al, 2018).

Figura 8. Secuencia de salto de caída horizontal.

El salto de caída o "drop jump", es una de las maneras más efectivas para el desarrollo de la fuerza explosiva y capacidad reactiva (Verkhoshansky, 2004). En este caso no se busca generar un salto horizontal máximo, sino que buscaremos expulsar la energía elástica en ese vector. Una manera de intensificar este salto es aumentando la altura de caída (Verkhoshansky, 2004). Estudios reportan que DJ horizontal desde 20 cm proyectan un impulso máximo que se correlaciono directamente con el sprint, a diferencia del DJ vertical (Beato, et al. 2018). A su vez se reportan mejoras utilizando DJ horizontal con alturas de caída de 10 centímetros (Gonzalo-Skok, et al, 2018). Se debe tener en cuenta que cuanto mayor es la altura de caída, aumenta la intensidad del salto (Verkhoshansky. 2004). Esto quiere decir que debemos tener en cuenta la altura de caída dentro de las planificaciones, lo que servirá como una progresión. Lo ideal sería realizar el cálculo Q (Bosco, 1985) para saber cuál es la altura optima de caída.

Figura 9. Secuencia de hops horizontales.

Los hops horizontales, o saltos a 1 pie continuos, permiten aplicar fuerza en el vector horizontal, depositando todo el peso corporal sobre el apoyo que ejecuta el ejercicio. También se encarga de estabilizar el movimiento de manera multi planar. (Kossow, et al. 2017).


Figura 10. Bounds horizontales.


Figura 11: Clasificación de saltos horizontales. +R (más reactivos) -R (menos reactivos). TC= tiempo de contacto 5. Resultados. Dentro de los 55 trabajos utilizados, hubo 46 artículos que hablan sobre la aplicación de fuerza horizontal en el sprint mientras que 28 artículos tuvieron relación directa con una intervención o metaanálisis con diferentes medios para el desarrollo de la fuerza horizontal. Dentro de esta gama de estudios se reportan. Mejoras de el sprint de 0-5 m (5 estudios), 0-10 m (10 estudios), 0-20 m (4 estudios), 25 m (1 estudio), 30 m (1 estudio), 40 m (1 estudio). Fiabilidad a partir de la relación V-dec y perfil F/v (3 estudios). Mejoras en la aplicación, orientación de fuerza horizontal e impulso horizontal (8 estudios). Mejoras directas sobre el rendimiento (2 estudios). Mejoras en la longitud de zancada (1 estudio). Predicción del salto horizontal sobre el sprint en distancias cortas (2estudios). Predicción del salto horizontal sobre CDD (1 estudio). Mejoras del CDD (1 estudio). Mejoras sobre velocidad máxima teórica en el sprint (3 estudios). Mejoras de potencia máxima horizontal en el sprint (1 estudio). Mejoras en la fuerza máxima horizontal (1 estudio). Tabla 1: Resultados de estudios con relación directa a una intervención o metaanálisis con diferentes medios para el desarrollo de fuerza horizontal







6. Conclusión. La evidencia científica demuestra fiabilidad y resultados positivos, en la velocidad del sprint de 0-5, 0-10, 0-20, con mayor fiabilidad, 30 y 40 metros con menor fiabilidad, postura, orientación de la fuerza y aumentos en los niveles de fuerza horizontal e impulso horizontal. A su vez pocos estudios reportan aumentos sobre la fuerza y potencia máxima horizontal. Otras mejoras encontradas son la longitud de la zancada y mejoras en el rendimiento del CDD, ejecutando medios donde la fuerza se aplique el vector horizontal. Como lo son las tracciones de trineo, empujes de trineo y pliometría horizontal. También encontramos que el salto horizontal puede ser mejor predictor del rendimiento del sprint en distancias cortas y CDD que el salto vertical. Como modo de prescripción a partir del % V-dec o % PC la carga a utilizar en ejercicios con trineo va a incidir en diferentes momentos de la aceleración detallados en la figura 4 y las zonas de potencia de la curva F/v expresadas en la figura 5. Las aceleraciones en el básquet suelen ser de 3,85 y 16,8±3,1 metros (Abdelkrim, et al, 2010; Scanlan, et al, 2011). Dichas distancias en las cuales se acelera. Tiene relación con las mejoras reportadas en los diferentes estudios realizados sobre el desarrollo de la fuerza en este vector. Considerando lo mencionado, estos medios son indispensables para la mejora del sprint en la fase de la aceleración, pero deben combinarse medios clásicos de entrenamiento de pesas, saltos y sprints. (Cahill, et al, 2019a; Cahill, et al, 2019b; Lockie, et al, 2014; Beato, et al, 2011; Wild, et al, 2011; Petrakos, et al, 2015) y no tomarse como un medio aislado para el desarrollo de la fuerza. Cabe aclarar que si bien se reportan mejoras con estos medios de entrenamiento. Se requiere mayores investigaciones a futuro para aumentar la fiabilidad de este concepto. Referencias 1. Morin, J. B., Gimenez, P., Edouard, P., Arnal, P., Jiménez-Reyes, P., Samozino, P., Brughelli, M., & Mendiguchia, J. (2015). Sprint Acceleration Mechanics: The Major Role of Hamstrings in Horizontal Force Production. Frontiers in physiology, 6, 404. https://doi.org/10.3389/fphys.2015.00404

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